“Es un desastre. Empezaron el verano (las nueces) sanas, sanas, y de repente, en muy poco tiempo, se empezaron a ennegrecer todas, y a tomar por saco. Y en toda esta zona estamos así”. Es la frustración que sienten en este caserío de la localidad guipuzcoana de Olaberria. Uno más. Este año serán pocas las nueces que venderán en las ferias de Beasain u Ordizia, donde habitualmente venden sus productos del caserío. El año pasado las vendían a cinco euros el kilo.
Es tiempo de nuez. Lo es de “Pilaricas a todos los Santos”, pero este año la buena nuez está cotizada o lejos de Gipuzkoa. Los frutos del nogal parecen ciruelas negras a simple vista. La piel que recubre en el árbol a este característico fruto seco de consumo habitual en sidrerías y hogares, se ha vuelto completamente negra. Adiós a su verde natural.
Son muy pocas las que se libran y su venta parece condenada. En primer lugar, porque su aspecto ya no es el mismo. Al desprender la piel que recubre la cáscara que rompemos para comer la nuez, esta se muestra también ennegrecida. “Ya no es una nuez limpia” y eso ya la deprecia en el mercado.
Fuente: Deia