¿Es una sidra mejor que la otra? Rotundamente no. Sencillamente, son diferentes y disfrutar más de una o de la otra es una mera cuestión de gustos. La sidra vasca es más amarga y ácida, con un aroma fuerte, similar a una combinación de manzanas maduras y verdes. Esto la hace no sólo diferente a la sidra asturiana, sino a muchas de las que se fabrican en distintas zonas del mundo. También es característico su color, amarillo con combinaciones de dorado.
La sidra asturiana, por su parte, es menos ácida y se elabora con manzanas más frescas. Estas diferencias de sabor provienen de las que existen tanto en la elaboración como en la propia manzana que se utiliza para prepararlas, dado que el clima influye en que los manzanos de uno y otro lugar (por mucho que ambos crezcan en clima atlántico) sean diferentes.
Fuente: diariovasco