En el caserío Mizpiradi siempre se ha elaborado sidra. El difunto Ángel María Arruabarrena convirtió el caserío materno en una sidrería profesional, junto a su mujer, María Pilar Huarte. Piedra a piedra, paso a paso, con mimo y con tiempo, llegaron a construir este agradable lugar.
En la actualidad, su hijo, Jon Mikel Arruabarrena, mantiene el legado de sus padres, pero adaptando la antigua tradición familiar a los tiempos actuales.